HISTORIA DE CÓMO SE HIZO UN CÓMIC... o "El cuento de Xambala"

Hace mucho, mucho tiempo... Daniel Storach, escritor de algunas obras de cierto reconocimiento sobre superhombres (Hoy me ha pasado algo muy Bestia; Identidades secretas), hizo una proclama en redes sociales a la búsqueda de talentos de la industria del cómic para la realización de una quimera: Llevar a cabo un título de cómic juvenil, capaz de ser exportado a todo el mundo, en una demostración de fuerza a nivel internacional del talento que nuestro país alberga. 

A este llamamiento, respondieron miríadas de autores de todos los rincones del mundo, y tras una pequeña selección de aquellos que Daniel consideró que se encontraban más cercanos al estilo de lo que tuviese en mente (entre los que me incluyó debido, seguramente, a algún tipo de demencia o ataque de locura), se forjó un grupo de trabajo donde  artistas ya encumbrados, se asociaban con otros que no lo éramos tanto, fraguando así una horda de talento difícil de imaginar. Así que, fuera como fuese, el cómic que de allí llegase a surgir tenía a los mejores (o más descerebrados) del gremio para hacerlo posible...


El proyecto comenzó desde cero, consensuando en un sanedrín tan numeroso como inabarcable, todas y cada una de las ideas que iban surgiendo, desde los protagonistas principales, pasando por el cómo afrontar la narración, dónde se localizaba, las razones que impulsaban a los personajes a hacer el viaje, qué forma albergaría el Mal dentro del relato... y un larguísimo etcétera difícil de condensar en una sola entrada, pues llevó algo más de un año de trabajo y continuas tormentas de ideas.


Una vez el argumento general estaba más o menos concretado, que no fue sencillo, los dibujantes hicieron su magia particular y única, y comenzaron a fraguar diseños fascinantes y alocados que los guionistas nos fuimos apropiando, manipulando y devorando, hasta encajarlos en un mundo tan estrambótico como imposible: Xambala (Espero que la edición final atesore algo de todos los diseños que se fueron quedando en el camino, porque eran una delicia visual como ninguna otra...)


Con los cimientos ya bien asentados, comenzó la compleja tarea de dividirse en grupos de trabajo. Yo tuve la inmensa fortuna de unirme a la talentosa Carmen Cantero, una ilustradora excepcional que ya ha hecho sus pinitos en el mundo del cómic con la Asociación Carmona en Viñetas, y la conexión fue instantánea. Tanto, que ya estamos trabajando en nuevos proyectos, de los que espero lleguemos a hablar en un futuro cercano en este blog...

Pero no todo fue un camino de rosas. Hubo varias bajas a lo largo de la elaboración de este trabajo. Autores descontentos con cómo se desarrollaban algunas cosas, con opiniones irreconciliables con otros miembros del grupo, o que no podían asumir el trabajo por su carga de labores en otros empleos, fueron abandonando el proyecto a lo largo de su compleja gestación. Con el tiempo, otros autores fueron llenando sus pesadas vacantes con enorme ilusión y ganas de trabajar... pero el tiempo seguía transcurriendo inexorablemente en nuestra contra.  Las energías y el interés se agotaban con el paso de los años.  Hubo momentos en que el desarrollo de las cosas se estancó totalmente. Todos los implicados teníamos demasiadas tareas ajenas, y el proyecto se alargaba como chicle masticado sin encontrar meta en el horizonte. El proyecto parecía abocado a perecer antes siquiera de alzar el vuelo.


Pero esta historia tiene algo. Tiene magia. Mik y Sue se negaron desde el primer momento a caer en el olvido y la desidia. Su historia necesitaba ser contada. Todo ese talento generado a lo largo de tantos años no podía quedarse en nada. Así, poco a poco y con mucho esfuerzo, y sacando energías de la flaqueza y tiempo de donde no existen horas, unos cuantos implicados tiraron del carro con cabezonería asnal, dando el impulso final necesario para que se pudiese desarrollar un dossier de presentación en editoriales. Una meta ardua y laboriosa, y que solo era la primera parada de un largo viaje...


Sin haberlo anticipado ni haber cogido aliento, nos quedaba por delante una migración por el complejo y siempre intrincado desierto editorial, hasta que aparecieron los chicos de GRAFITO EDITORIAL, y su entusiasmo por nuestro trabajo nos contagió de savia renovada. Sí, era una editorial pequeña, pero Guillermo y Yolanda la suplen con una fuerza y energía capaz de romper fronteras (como así hacen...). Y ambos creían en Mik y Sue. Creían en Xambala. Creían que este podía ser un gran cómic. Y con un contrato ya firmado en nuestras manos, comenzamos a elaborar las historias que cada equipo se había propuesto desarrollar. 

Este próximo Octubre,  niños grandes y pequeños, podrán disfrutar de este suculento trabajo. 168 páginas llenas de magia y aventuras para toda la familia, llevadas a cabo por algunos de los mejores espadas del país:  El Torres,  Raule,  Alex Ogalla, Ricardo Vilbor, Damián Campanario, Miguel Ángel García Ruano, Roberto Corroto, David Braña, Manu Gutierrez, Carlos Díaz Correia,  Carmen Cantero, Alba Cardona, Adrián Benatar, Amelia Carmona, Ana Morales, Antonio Navas, Carlos Moreno, Christian Douglas, Claudio Sánchez, Damián Campanario, Daniel Morales, David Pére, Elchinodepelocrespo, El Flores, Guillermo Monje, Ibon Sánchez, Judith Ballester, Lourdes Navarro, Maxi González, Pablo Ballesteros, Fali Ruiz-Dávila, Sarah Torelli, Sonia Moruno, el propio Daniel Storach y servidor.

Portada de Sonia Moruno